El personal del hotel es muy educado y servicial, siempre dispuesto a ayudar y hacer que los huéspedes se sientan como en casa. La ubicación del hotel es perfecta, lo suficientemente alejada del centro para disfrutar de un descanso tranquilo, pero lo suficientemente cerca para llegar en tan solo unos minutos caminando. Las habitaciones están bien cuidadas y cómodas, y la terraza con piscina y sillas reclinables es ideal para relajarse y disfrutar del buen clima.

Algunas áreas podrían mejorar en cuanto a la limpieza, especialmente en la piscina, donde se necesita una mayor atención para mantenerla limpia.